2012-02-27

Schadenfreude (Parte 1)


-“Ahí te encargo México”

Las rosas amarillas estaban al lado de la cama. Su significado, solo ella  y esa talentosa pluma lo sabían. Esa fue su despedida. Germán estaba ya cansado, pero no quiso irse sin su última petición.-

Miro a Josefina moverse libre, llenando el auditorio, se sabe en casa. Ha sido su casa desde hace muchos años. Fue la primera de las 13 mujeres que hace varios años hicieron suyo el código Rotario. “Dar de sí, antes de pensar en sí”.
 Está en casa, y sin embargo, le han pedido que no haga proselitismo, que no hable de su propuesta. Este no es un foro  político.


“No crean que no me muero por decirles, no crean que no me muero por contarles… pero estoy en casa y conozco las reglas…”
Josefina se veía soberbia, grande, segura. Dejó el atril atrás. Paso firme, enfatizando  el tono de sus palabras. Veo escuela y control absoluto de la audiencia. Josefina sabe lo que hace. Habla fluidamente de sus sueños, de su vida como la iniciadora del mundo femenino en el universo Rotario. Confieso que no lo sabía. Este mundo paralelo me abraza en su totalidad. No puedo evitar sonreír.  Es una mujer extremadamente inteligente, enfoca su ponencia al lema  que será bandera rotaria a nivel mundial, el próximo año: “La Paz a través del servicio”.
No rompe las reglas, pero transmite su mensaje de manera inequívoca, no lee ningún papel, no nos habla de su proyecto  o su plan de gobierno, pero se las ingenia para ubicarnos en su lucha, en identificarnos con ella. La rueda rotaria, a final de cuentas, la rige, y eso pesa. Todos allí conocemos su significado, no cualquiera llega allí. Se trata de un código de ética que no cuadra con el universo político que conocemos en México.
 Josefina nos habla de un Dehesa en su lecho de muerte, de las rosas amarillas, de los limones de Colima. La observo y recuerdo al Dr. Cruz orgulloso describiéndola como su brillante alumna.
 Entonces, apolítico como siempre fui, no tenía idea de quién diantres era Josefina, hoy tengo la certeza que la quiero de Presidente. Vista así, de cerca, sin medios, directamente, asombra, domina, modula. Proyecta una  simpatía curiosa, que no había percibido anteriormente.  Nos  habla de la paz, la paz que en un México violento, escasea y que hoy es necesario revivir en calma, en amor, en inteligencia.
Josefina nos platica un poco de su infancia, nos hace reír con la respuesta que da cuando le preguntan los aromas que evocan su infancia, subida a ese galón de pintura para alcanzar el mostrador de la tienda de su padre. Aprendiendo, desde pequeña el mérito y el valor del esfuerzo y el trabajo.
"“No es feliz quien más tiene, sino el que más da”. La fuerza de quien deja de ser  un habitante y se convierte en un ciudadano, en un constructor de la paz. Es momento de amar a México de la mejor manera, y al hablar de  la paz, del México violentado, el México de dolor y de rezago, me preguntaron si tendría el valor de hacer lo necesario desde mi trinchera, a lo que contesto:
¡Ay de aquel que se atreva a tocar a nuestros hijos!
A México ya no hay que pedirle nada, yo creo que a México hoy, hay que darle todo, es tiempo de coincidir.
Como me dijo Germán, les digo yo hoy, ahí les encargo México."
Sonrío. Josefina agradece y se despide. Se va discretamente, tras bambalinas, sin acarreados o falsos vitores, sin banderitas, pero un rabioso y convencido aplauso de los más prominentes empresarios a nivel nacional.
Piensa de nuevo en la “Prueba Cuadruple”. Rebotan las palabras de Josefina en la cabeza, ¿qué sucedería si todos los mexicanos, nos guiaramos por esos simples conceptos? Sin duda, cambiaríamos el mundo.


¡Definitivamente, quiero a una rotaria como Presidente!
(Esta crónica queda en continuará, debo platicarles que al día siguiente fue el turno de AMLO en este mismo foro…)

Hasta el próximo encuentro, en el proceso del cambio, como siempre, en el quizás…  
                                                                                                                           
el extranjero.

2012-02-24

Una aclaración

Cuando abrí este blog pensaba solamente en mi gusto por escribir y la posibilidad de compartirlo por internet. Nunca tuve (ni tengo ahora) una meta sobre un numero de seguidores o la aprobación de todos los que aquí entran. De hecho lo que esperaba es la discusión, el "estas mal en esto", el "puedes mejorar tal cosa".

 Nunca había tenido que pensar en como manejar la libertad de expresión de quienes aquí participan porque no se había presentado la ocasión para hacerlo.

Hace unos momentos borre los comentarios de un usuario cuyo único fin era molestar a uno de los colaboradores de este blog. Me tome la molestia de revisar lo que hacia en otro foro y me parece que dicho usuario fue creado solamente para dicho fin. Por eso elimine sus comentarios.

No soy experto en esos términos, pero supongo que era lo que se conoce como un "troll". Un mensaje para cualquier otro "troll" que quiera intentarlo:

 Este es mi blog, y lo dirijo al estilo del antiguo testamento. Los trolles que se animen a entrar deberían bajar la mirada para evitar que los convierta en estatuas de sal. No son bienvenidos.

Dicho esto, han existido un par de ocasiones en que me parece que los comentarios están fuera de lugar o pueden provocar un pleito mayor; pero son de usuarios que tienen actividad en la red que va más allá del pleito en cuestión. En ese caso, sin importar el tono de la discusión, no me verán meterme ni eliminar nada. La libertad de expresión es un derecho y, en mi caso como administrador del blog, es una obligación asegurar que quienes usen el blog sepan que tienen la libertad de expresarse, disentir y en su caso pelear tanto con otros usuarios como con quienes escribimos en este espacio. Pero este derecho es de los usuarios, no de las cuentas creadas para molestar a otra persona. Y eso también es mi obligación.

Gustavo.


2012-02-22

EL ENCANTADOR DE SERPIENTES


Somos animales de costumbres, de riquezas, de recuerdos. De sueños tergiversados.  A veces como animales, nos simbiotizamos, queremos ser, creemos, somos, existimos en niveles paralelos, donde el “no”, es “nunca”, donde el “si” es “siempre” y el “quizás” aturde.

Existe el mal, claro. Pero no siempre se comprende. Hace poco me picó una víbora. Llevaba tiempo toreándola.  Me han reprochado el poco respeto por el veneno. Seguramente, tienen razón.

No hizo nada, pero pudo haber daño irremediable…

De niño me dijeron:  “Al mar y a los perros, debes tenerles respeto”. No lo entendía. Nunca me atemorizaron, nunca les temí. No me las doy de valiente, pero mis miedos, son un poco más complicados. No  le temo a las arañas, ni a la muerte, del mal me protejo, pero no me acecha en la esquina, no es parte de mi planeta, jamás lo pienso.Nunca imagino, si mis amados viajan, que algo malo pasará.  Nunca me pasa por la mente un accidente, un asalto, robos, o historias de terror que todo tipo de personas se pemiten visualizar.

Algo está mal en mi disco duro, porque la envidia y el morbo, en mi caso, no funcionan debidamente. En condiciones normales, brillan por su ausencia. Por eso es complejo para mi comprender a aquellos a quienes estos sentimientos los dominan. Me es complejo entender porque ante un terrible accidente rebosante de sangre, los automovilistas pasan lentos y morbosos intentando no perder detalle.
Recuerdo problemas graves en mi vida –el más reciente, virtual- por no apreciar la “magia” del morbo en su máxima expresión, entre los que entonces fueron mis iguales. Los iguales y los dispares, son semejantes hoy. La vida pone un espejo ante los verdaderos monstruos. Cada quien carga con sus propios demonios, y espero, de verdad, y de corazón, que NO reciban su merecido después de lo que pasó.
Dicen que quien vive la envidia, todas las mañanas se bebe un frasco de veneno, con la esperanza de que al otro le haga efecto…  es por eso que soy un tipo con suerte.

¡Hay tantos seres tan superiores a mí, en todos aspectos, que  es mejor admirarlos que envidiarlos: mas me vale disfrutarlos que sufrirlos!

Cómo agradezco que ese  cáliz no toque mis labios. Eso es una increíble bendición, porque el que odia por envidia, el cobarde, muere mil veces,  el valiente solo una vez… el problema es que el valiente vive, hasta que el cobarde quiere...

Y en mi enfrentamiento como encantador de serpientes, la víbora clavó su veneno en mi brazo. Dolió , claro pero desperté. El veneno no hizo mucho, digo, considerando lo común y pequeño del animalejo, pero la intención y el odio, fue lo avasallador.

¿Cómo había creado yo tanto rencor?

Lo único que hice fue mostrar a la víbora, su naturaleza burda, en todo su esplendor. ¿Por qué tanto odio? Claro, aquel elemento que no logro comprender del todo… 

La cosa es que envidiar o no, nunca es una decisión consciente. Somos lo que somos. La víbora no puede negar su naturaleza, lo cierto es que sí hubiera podido ser mi elección dejar de torearla con el espejo, durante tantas eras. Y no lo hice. Me divertía verla rabiar, era cuestión de tiempo que me mordiera.

Cargo pues, con el brazo hinchado, y las molestias de la ponzoña. La piel sana,  y el aprendizaje , en el ojo hábil, es rápido ante el dolor. Como extranjero, seguro, volveré a mi tierra a cambiar el mundo y es un hecho que lo aprendido ayudará…

Saludos a todos, y si no volvemos a encontrarnos,  revisen en las letras aquello que sepa marcar los nuevos esquemas. Está en nosotros, no en ellos, hacer la diferencia.

Eterno en el “quizás” y sin tiempo… EL EXTRANJERO.

PS: A todos aquellos en el camino: enemigos, no tengo. Fueron piedritas en el zapato.

Y a los míos, los importantes: Alabo ideas,  Conforto afectos, y comparto y disfruto sus alegrías.  ¡Gracias! Ustedes saben, que en mi ausencia o en el aquí, siempre los llevo.
Nota de Gustavo: Tuve algunos problemas y dado que soy el único administrador no hubo nadie que subiera la columna. Una disculpa a quienes estaban esperando al extranjero.

2012-02-16

Gritos desde la "izquierda": Prólogo

A Josue y a todas las personas que trabajamos en Cuchillito de Madera

Hace no tantos años, cuando estudiaba en la gloriosa Voca 11, a algunos amigos se les ocurrió hacer un periódico escolar y yo tuve la suerte de ser invitado a participar. Alejado en aquel tiempo de mi actual interés en la política me encargue de la sección de música.

 En honor a la verdad, vendíamos copias engrapadas pero contenían lo más honesto de quienes hacíamos "Cuchillito de madera"; también es justo decir que existe mucha gente que nunca se entero que existía el periódico, pero es lo de menos.

En una ocasión surgió la noticia de que se nos obligaría a llevar el cabello corto y se prohibirían tal cantidad de  prendas que prácticamente iriamos uniformados a la escuela. Nosotros, soldados de guitarra y pelo largo nos opusimos y publicamos un articulo con las razones por las que no podía proceder ese plan. Fue nuestro fin.

El siguiente numero fue confiscado por la dirección (que aparentemente sabia demasiado de como se distribuía, lo cual me pareció siempre sospechoso) y se acuso a quienes en ella escribíamos de sediciosos, de tratar asuntos políticos en un recinto donde no estaba permitido. Creo que fue la sensación de inocencia la que me orillo a tratar temas políticos desde entonces.

¿Por qué les cuento todo esto? Porque quiero denunciar al periódico del PT. A la impunidad con que publica mentiras y notas que incitan a la violencia... y que de paso muestran de cuerpo completo a la "izquierda" mexicana.

Si Cuchillito de Madera era un periódico político que ponía en peligro la estabilidad de la nación el periódico del PT es el Mein Kampf mexicano por entregas.

Y dado que los prefectos de mi vocacional no van a buscar  a las finas personas que distribuyen este periódico usare mi trinchera (este blog) para hacer mis denuncias.

Así que de aquí en adelante me dedicare a los "no conceptos"(ideas que parecen ciertas pero que miradas con atención no lo son) que utiliza la "izquierda" y que grita desde todos los foros que le dan voz.

Gustavo Huidobro.


2012-02-14

¿NUESTRA UTOPIA?


En todos y en nadie, JG:

¿Cómo puedo encontrar razones cuando lo único que deseo es fundirme contigo en el siempre?


Se sacudió la tierra, vibraron las ventanas, en un intenso y corto estremecimiento,  te habías ido.  Y el recuerdo reza:

“Aquí estoy: soy tuyo, pero no puedo serlo

Me perteneces, pero no puedo aprisionarte y no te soporto en libertad.

 Te amo, pero no debo, y aunque intente  alejarme, te cargo adentro. 

Te odio y me odio tanto cuando estoy lejos, me detesto más cuando me acerco, porque sé que moriré al escapar de nuevo!”

¿Existe otra vida o viviremos así,  en el desencuentro?


Libera a la pluma, déjale en libertad que te lleve palabras a las personas que amas, déjalas vibrar, aunque no lleguen, aunque no hallen, aunque me teman, aunque no sean...

Permite que las letras se deslicen en el teclado, formando cuentos, amores, historias, creaciones y personajes. Amando, odiando, llorando y viviendo las intenciones.

Dame la luz y sueña la oscuridad mientras vuelas en la penumbra de los sueños, y la esperanza de las pesadillas. Engáñate y dite a ti mismo que no te amo. Y susurra triunfante que lograste vencerme.

Resurge en furia, decide que me amas después de quebrarme, escucha imposibles,  y refunde existencias. Porque en ti y en mi nos definimos, y aunque no sea, lo será siempre.

Te odio tanto a veces...

 Alyne

2012-02-13

UNA HISTORIA DE EGOS


A veces pudieran susurrar las paredes lo que buscas, quizás acabarían por no decir nada. Mi semana ha estado llena de contrastes y decisiones fuertes. El mundo cambia, te cambia y yo he empezado a transformarme y transformarlo en él. Es curioso como la vida te enseña cosas todos los días. Aquello que por terquedad absoluta te niegas a aceptar toca a tu puerta tantas veces como sea necesario. He estado experimentando. Alguna vez un amigo me habló del destino volátil del artista, de la naturaleza rebelde de colarse por donde “lo establecido” no lo permite. El odio e incomprensión que genera el talento inconsciente de algunos. La honesta gracias que provoca un enemigo rabioso, demasiado pequeño para tomarlo en serio.

“Te crees muy listo”, alguna vez me dijeron.  A mi mente viene aquella pregunta que hicieron a un grupo de trabajo en alguna capacitación de ventas: ¿Quién aquí piensa que vale más de lo que cree? Todos alzaron la mano. Todos se equivocaron: Nadie vale más de lo que cree que vale…. Aunque hay muchos cuyo egometro es enorme, y creen que valen más de lo  cuestan...

Recuerdo cuando iba en la Universidad. El abuelo era un personaje conocido y presitigioso en mi entorno. Lo sabían, por el apellido, pero no me gustaba decirlo. Al final de cuentas, si mi abuelo era un pirata sanguinario o un filántropo destacado, ése era mi abuelo no yo. A mí eso de los abolengos siempre me ha parecido absurdo. Alguna vez, cuando comenzaron toda la cadena de reconocimientos hacia él, me animaron a invitarlo a dar una conferencia. Recuerdo a mi prima pequeña preguntándole:

-          Papi Papi, ¿Por qué te  quieren entrevistar los de la tele? El abuelo sonreía y decía: “ Por viejo, mi cielo, porque soy el único que queda vivo. “  El caso es que el abuelo era una celebridad entre mis compañeros, pero rara vez me preguntaban por él o yo lo mencionaba. 

El abuelo tuvo 8 hijos por un lado y 2 “con la traición” como la llamaba la abuela, y cada uno tuvo 2 hijos, algunos tres. Éramos muchos primos hermanos, la mayoría crecimos juntos y convivíamos mucho.  Como buen libanés, el primogénito del abuelo, ostentaba su mismo nombre y apellido, y su primer vástago, igual; así que mi primo era la tercera generación del famoso Fulano de Tal.
La cosa es, que si bien mi abuelo destacó de manera brillante en su profesión, carrera y negocios, las siguientes generaciones de homónimos, destacaron por su habilidad de devastar fortunas, sin más oficio ni beneficio. Mi tío Fulano Junior era arquitecto, pero nunca se tituló, así que todo el tiempo el abuelo contrataba arquitectos chafitas para que firmaran las terribles obras inacabables del mediocre tío. Si yo les contara cuánto dinero tiraron a la basura así, lloran conmigo. El tercer Fulano, mi primo  mayor, no fue muy diferente a su padre. No terminó ni siquiera primero de prepa, viviendo en Cancún se dedicó alegremente a antrear, ligar chavas, esquiar y estirar la mano para que el abuelo pagara los excesos.  Fulanos de Tal segundo y tercero tenían trato preferencial, por supuesto, en mi infancia, no recuerdo ningún exceso de niño rico. Ahora lo agradezco, supongo, aunque de chico no me parecía justo que todo costara tanto trabajo conseguirlo.
Estaba yo en la universidad, pues, y un día mi primo, que llevaba ya varios años con su prepa trunca, decidió “evaluar” si le convenía entrar a estudiar allí. Así que nos visitó. Mis amigas lo odiaron, porque se presento como:

“Fulano de tal TERCERO”, mucho gusto.” – Pienso en ello y todavía sonrío.  Pues qué,  ¿estábamos en la Inglaterra del Siglo XIX con títulos nobiliarios? Me decía Karina: ¡También es tu abuelo! Yo me enteré de que lo era por otro lado!!! Y éste… ¡se siente la última coca del desierto por llamarse igual que tu abuelito!

Jamás comprendí esa extrema soberbia de ensalsarte por los logros de otros.  Al contrario, qué vergüenza tener zapatos tan grande por llenar, y tener que caminar así por la vida. Como padre es diferente, porque se entiende que en algo interveniste para que tu hijo o hija haga o sea gente de bien. Pero, ¿de tus padres, abuelos, ancestros? ¿Qué mérito o culpa tuve yo si mi abuelo construyó un gran puente o lo bombardeó? ¡Yo no existía entonces!

Fulano de tal TERCERO, entonces, decidió entrevistarse con el jefe de la carrera de esta institución. El Dr. Cazares se mostró afable, inteligente, asertivo. Se destaca por su perspicacia mordaz y sus clases eran aturdidoramente geniales. El académico le mostró a Fulanito TERCERO el plan programa de la carrera, y entonces mi primo empezó a criticar  y debatir porqué le parecía que el plan de estudios  no era adecuado. El Dr. Cazares es un hombre brillante. Siempre escrucha y evalúa, pero lo hace rápidamente. Recuerdo la sorpresa del Dr. Cazares y  la diversión juguetona en sus ojos, se prestó al juego unos segundos hasta que su ágil mente se dio cuenta de la ridícula soberbia de Fulanito III. Fue entonces cuando mi primo dijo:

-          Es que cuando yo termine la prepa en dos años y medio, espero que su plan de estudios contenga lo que yo necesito para ser un excelente profesionista.
Allí el Dr. Cazares casi perdió la compostura. Pude notar que contuvo la carcajada, y sólo le dijo:

-          Le propongo algo, Fulano III, vaya y termine su prepa, y cuando tenga ya su certificado, platicamos sobre el plan de estudios, le parece?  En 3 años muchas cosas evolucionan.
Fulano III nisiquiera percibió la ironía…

¿No dan gracias a Dios no cargar la pesada carga de ese tres romano en su nombre?


Conozco personas que lo cargan todo el tiempo, sin darse cuenta.  No sé de dónde sacan tal soberbia, imagino que algún mérito tuvo algún abuelo o antepasado, porque a mis ojos no ostentan gran mérito, son en lamejor de las suertes, personas mediocres. Me cuesta comprender el porque el tamaño del ego.

Para ellos/ellas, un mensaje directo:

-Primero acaben la prepa, -aprendan a no cometer errores de primaria- y luego critican el plan de estudios de una de las universidad más prestigiosa del país...

                                                                                                       …  atemporalmente, El Extranjero

2012-02-07

Operación Garibaldi

Según Wikipedia:

"Operación Garibaldi fue una acción de inteligencia del servicio secreto israelí, Mossad, llevada a cabo en Buenos Aires (Argentina) en mayo de 1960. Esta consistió en la ubicación, identificación, secuestro y posterior traslado a Israel del fugitivo jerarca nazi Adolf Eichmann."


 Si revisan este blog (o el twitter) verán que existe un post llamado "La segunda guerra mundial en México"; trata de datos curiosos sobre la segunda guerra en los que parece asomarse México sin que en realidad exista una conexión.


Creo que no necesito explicar más, pero...¿Hay algo más mexicano que el mariachi?


Garibaldi, sitio histórico.



2012-02-06

¿El mundo cambia...?


 Hago una pausa y respiro  En búsqueda del equilibrio. Observar el movimiento de la gran ciudad no podrá jamás dejar de embelesarme.  La última vez que la visité, iba sólo. El sentido de supervivencia sucede diferente cuando tus sentidos están enfocados a proteger a los tuyos. La veías colgada del tubo jugando como chango ante el ir y venir del zarandeo del metro. El brillo en sus ojos, su diversión. Volé por un segundo a 20 años atrás, cuando mis manos eran las que se aferraban al tubo del vagón.

        Me siento orgulloso de mirarla.  Ella lo disfruta como yo. Me siento grande, poderoso y auténtico.  Algo hice bien. Muchos no comprenden porqué mi fascinación con este transporte. Es barato , es rápido,  excelente ejercicio, basta con un solo trasbordo para caminar lo que sanamente te recomiendan los doctores.  Vibra en vida.  Hace algunos años viajaba a la capital dos o tres veces por semana,  reuniones de trabajo a altos niveles ejecutivos,  todo pagado por la compañía. Siempre me rehusé a manejar  o tomar taxis. Me movilizaba en  el metro y me ahorraba horas de camino. Mis colegas me miraban como bicho raro.

        Aún así, le muestro a mi hija que no debe tener inocencia pura en su mirada, que la jugada en el metro es caminar firme, segura, rápida, un poco con cara de mala, de que sabes perfecto a dónde vas. “Estar  a las vivas” es la primera regla para no sufrir un tropezón amargo en esta urbe de asfalto. En esas estoy cuando mi mente vuela al ahora.

         Resulta que hoy se escribió un pedacito pequeño de historia. Cómo todas las grandes transformaciones todo empieza con un pequeño detalle silencioso, un detonador ni tan grande, ni tan aparatoso. La decisión de “una ella”, en lugar de “un él”.

         Mi mente vuela a hace 20 años, donde, por alguna razón no era imaginable una mujer en algún  puesto de poder importante. Bueno, sí, pero desde trincheras “conocidas” para el sexo “debil”. Mi abuela, por ejemplo, era la organizadora de las damas de sociedad de la vieja Ciudad de México. Fundó asociaciones de ayuda a los pobres, organizaba eventos de caridad, participaba en recaudación de fondos para hospitales, y ayudaba a su manera a los menos favorecidos. La mujer estuvo en contacto también con esferas políticas, desde su lugar, incluso con presidentes y esposas de presidentes. Todos la respetaban, era una dama de alto calibre, hermosa, con clase, inteligente, con una voluntad inquebrantable. “¡Yo me moriré en la raya! “ Siempre nos decía. Una señorona,  esa era mi abuela, pero el “importante” el que abría las puertas, era el abuelo. Él era el empresario acomodado y famoso, él era el intelectual políglota que se codeaba  con la elite del alta sociedad de entonces, él era el hombre brillante y de respeto, cuyo estatus cultural, social y económico le daba el prestigio a la gran dama que tenía por esposa. Si mi abuela hubiera estado casado con “Juan de las penas”, su aportación como activista y política no habría tenido ni los medios, ni los oídos que tuvo…

        Mi abuela era brillante,  una hacedora. No sabía estarse quieta, todos los que la conocimos sabíamos que en valor humano, inteligencia, talento y voluntad, era mucho más grande que  el abuelo, cuyo esquema de vida se basaba en: “Las mujeres tienen que ser hermosas, los hombres ganar dinero.  Es importante que la mujer se cultive, para que el hombre no se aburra al platicar con ella, pero, básicamente, ella debe adornar la mesa.” 

        Mi abuelo no era un misógino (al menos, no según él), era un “poeta” del siglo pasado, cuyos “piropos” a la mujer le revolverían el estómago a cualquier mujer inteligente, por la evidente “objetivación” de los “labios carmesí”.  No puedo culpar al abuelo,  nació a en 1905 y tenía la visión libanesa-mexicana del mundo entonces: Mujer fea u hombre que no genere riqueza, no vale nada. 
Mi abuela se salía del molde. Pero ella, como todas las mujeres mexicanas hasta hace poco, hacían su aportación en función a su pareja. En sus tamaños y posibilidades. La sociedad mexicana nos ha fomentado eso desde siempre, pero ahora todo ha cambiado.  Ellas siguen mandando, esta vez de manera un poco más evidente. Hoy nos enfrentamos ante la primera candidata mujer que tiene posibilidades de llegar a la Presidencia de la República.

          Como antes mi abuela, ella es una mujer inteligente, “hacedora”, con una visión clara de  México.  En mi opinión, será una gran líder. La pregunta es: ¿Los abuelos que aún existen, le permitirán gobernar? Esta visión machista de antaño se impondrá o ya es tiempo de crecer como sociedad?

         Veo a mi hija colgarse divertida del tubo del metro y sonrío.  Veo el brillo en sus ojos. Pienso en mi abuela y en Josefina. Pienso en todas las posibilidades del México del mañana para mi hija, hoy adolescente.

El mundo está cambiando,  ¿lo han notado? El cambio es la única certeza que tenemos… ojalá lo recordemos en las urnas. Quiero ver gobernar a una mujer.

                                                                                     ...Atemporalmente,  El extranjero.

2012-02-03

Viernes de literatura gustaviana


Les comparto una canción que escribí hace años. Me la recordó el viernes musical de re-evolución (el enlace esta aquí a ladito) 


Disculpa

No me digas que no soy bastante obvio
no me digas que en mis ojos no lo ves
que estoy más enamorado de lo que nunca había estado
sin contar que eres lo único que yo ame.

Porque el tiempo que ha pasado
solamente ha demostrado
lo que supe desde el día que pe encontré.

Y tú puedes sin problemas ignorarlo
y fingir que nunca te lo confesé
yo no voy a reclamarte 
ni siquiera a recordarte
lo que nunca te he podido esconder bien.

Que daría mi vida entera 
por encontrar la manera
de que sientas lo que siempre sentiré. 

Y mi tiempo te lo entrego sin reservas
y mi alma te la doy sin pretender
que respondas de algún modo
pues se que después de todo
a tu lado siempre he estado y estaré.

 Y es que se bien que mi vida 
en realidad no la tenía
y no la tuve hasta el día en que te mire.

y discúlpame por sentir lo que siento 
y disculpa por decírtelo también
pero el tiempo que ha pasado
solamente ha demostrado
lo que supe desde el día que te encontré.

Gustavo Huidobro.