2011-11-22

Y nuestros niños, ¿No merecen la verdad?

En este mes patrio posterior al de la celebración del Bicentenario me gustaría dedicarle un espacio a esta celebración.
La historia de México es una retahíla de mentiras unidas por una horrible sensación de pertenencia y nacionalismo que es endémica de todas las naciones latinas.
Una maestra de primaria comento en una ocasión que no se podía educar de este modo a los niños, no se les puede decir que su país nació de una serie de guerras de gente horrible que solo veía en su propio beneficio.
Yo creo que así debería de ser, ¿Cómo resolver los problemas de un país del que ni siquiera sabes la verdadera historia? Y esto es verdad para todos, esto de la “historia real” y la “historia oficial” es una mentada de madre para quienes tenemos interés en saber bien las cosas.
Esta clase de temas me tenían sin cuidado hasta que nació mi hijo. Me gustaría que el recibiera mejor información de parte del sistema (yo desde luego hago mi parte) que se supone gobierna para que todos estemos bien. Si supiéramos la verdad nos evitaríamos un par de cosas:
1.- López Obrador no podría presentarse con ínfulas de ser el nuevo Juárez sin ser cuestionado sobre si venderá la península de Baja California o impondrá el inglés como idioma oficial del país.
2.-Ningun partido querría incluir en su nombre la palabra revolucionario, pues estaría ligado a muertes, torturas, caciques, etc.
¿Tienen otras ideas de lo que cambiaría si nos contaran la verdad? Se reciben sus propuestas.

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