2012-06-22

Cuidar las casillas


Gil Gamés
 
Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gamés recibe las noticias electorales a dos semanas de la elección. Una de ellas llamó poderosamente su atención (si la atención no se llama con intenso poder, no vale un peso). Gil lo leyó en su periódico Reforma. Liópez ha emitido un manual para cuidar las casillas. En un video, Liópez se dirige a los 450 mil representantes del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, que estarán presentes en las mesas de votación.

A Gil le gustan los manuales, esos folletos que compendian lo esencial de una materia. Aquí la materia es la defensa de los votos de Liópez y lo esencial tiene varios breves capítulos. Sobra, pero no sobra decir que detrás de todo este margallate pervive el borrego viejo de que en el 2006 hubo fraude, se manipuló la voluntad popular y por ausencia de vigilantes en las casillas le robaron la presidencia a Liópez.

Oigan esto: “Estás actuando como un buen ciudadano, como un hombre o una mujer libre que quiere que haya un cambio verdadero, es importante lo que están haciendo: cuidando los votos”. A Gil se le puso la gallina de carne, o como se diga. Si Gamés ha entendido bien, para el candidato de las izquierdas y los integrantes de Morena, los ciudadanos que colaboran con el IFE y organizan una elección precisamente ciudadana no son dignos de confianza.

En fin, ya lo sabíamos, Liópez no sólo no cree en el IFE sino que considera que ha sido instrumento fundamental de la trapacería y la deshonestidad. Liópez y su catecismo remiso: “que no suceda lo que en el 2006, que sabemos cuánta desgracia provocó al imponer a quien no había ganado la Presidencia”. Pero olvidemos el catecismo y vayamos a la parte práctica del manual. Los vigilantes tienen que ser los primeros en votar para comprobar la calidad de la tinta indeleble.

Ja, elemental mi querido Liópez, los tramposos podrían cambiar la tinta y poner miel en los frascos provocando con esto que los votantes se chupen el dedo y queden listos para votar, por segunda vez, en otra mesa en la cual se les recibirá con los brazos abiertos. Touché, eso no ocurrirá si revisamos la tinta indeleble. Gilga se emociona hasta las lágrimas.

Desde luego, los vigilantes del voto deben ubicar su casilla, capacitarse con su coordinador, conocer a los funcionarios de casilla, tener sus números telefónicos, explicar las 7 formas de votar por AMLO. Aiwey, sólo falta que los vigilantes se persignen. Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y caviló: si hay 7 formas de votar por Liópez, Gil corre el riesgo de sufrir un ataque masivo de estupidez y votar por ¡Liópez! Gamés está sumamente preocupado.

El manual es muy claro respecto a un hecho crucial: la noche del 30 de junio hay que dormir bien. Gil iba a sugerirles a los de Morena medio Tafil, pero se nos queda dormido el Movimiento de Regeneración y luego nos inseminan las urnas, o como se diga. Esto del reposo es muy importante, cuando Gilga no duerme bien confunde las mesas con los sillones. Imaginen a un morenista desvelado: cajum, cajum; sí, apúntenle ese voto a Peña, cajuumm. No, eso nunca: a la camita temprano el 30 de junio. ¿Entendido?

Cuidado, previene Liópez en el video: no acepten comida ajena el día de la elección. Lleven sus propios alimentos, sólo deben aceptar, si acaso, comida de su coordinador. Ja, elemental mi querido Liópez: viene la señora priista, ofrece el tlacoyo envenenado, el vigilante cae víctima de unos retortijones como si hubiera comido los tacos de canasta de El Oaxaco y adiós a la urna impoluta.

Gamés había pensado que se trataba solamente de unas elecciones, pero al parecer para Liópez y Morena el asunto es más peligroso que un viaje al corazón de la selva amazónica. Es que de veras, qué ganas de dar el brinco en el suelo tan parejo.

La máxima de Taine espetó en el ático: “Nada tan peligroso como una idea amplia en cerebros estrechos”.


Gil s’en va


gil.games@razon.com.mx
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